En pacientes estables con enfermedad coronaria, la actividad física intensa una o dos veces por semana se asoció con mejores resultados, en comparación con pacientes que no realizaron ejercicio ó que lo hicieron de manera ligera

Estudio cuyo objetivo fue comprobar la relación entre el nivel de actividad física y los resultados obtenidos con el fin de determinar el favorecer o evitar la práctica de ejercicio

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Biscaglia y col, 2019; Eur J Prev Cardiol 26: 26:2047487319871217. doi: 10.1177/2047487319871217) cuyo objetivo fue comprobar la relación entre el nivel de actividad física y los resultados, así como el discriminar en los pacientes los factores que pudiesen determinar el favorecer o evitar la práctica de ejercicio.

CLARIFY es un registro prospectivo internacional de 32.370 pacientes consecutivos con enfermedad coronaria estable, que fueron seguidos durante cinco años. Los pacientes se agruparon de acuerdo a su nivel y frecuencia de actividad física:

  1. Sedentarios (n =5223; 16.1%);
  2. Sólo actividad física ligera la mayor parte de las semanas (ligera; n = 16.634; 51.4%);
  3. Actividad intensa una o dos veces por semana (intensa <2x; n = 5427; 16.8%; iv) actividad intensa tres o más veces por semana (intensa >2x; n = 5086; 15.7%).

El objetivo primario fue el compuesto por muerte cardiovascular, infarto de miocardio e ictus.  Los pacientes que realizaron ejercicio intenso <2x tuvieron menor riesgo de evento primario (HR, 0.82; 95% IC, 0.71-0.93; p = 0.0031) en comparación con el grupo de ejercicio ligero como referencia.

El hecho de realizar más cantidad de actividad física no resultó en mayor beneficio cardiovascular. La muerte por todas las causas, muerte cardiovascular e ictus ocurrieron menos frecuentemente en pacientes que realizaron actividad física intensa <2x. Sin embargo, la tasa de infarto de miocardio fue equiparable entre los cuatro subgrupos de pacientes. El sexo femenino, la enfermedad arterial periférica, la diabetes, el infarto de miocardio previo, el ictus, la enfermedad pulmonar y el índice de masa corporal, todos resultaron fueron predictores independientes de un menor grado de actividad física.

En pacientes estables con enfermedad coronaria, la actividad física intensa una o dos veces por semana se asoció con mejores resultados, en comparación con pacientes que no realizaron ejercicio ó que lo hicieron de manera ligera.

Resumen realizado por la Dra. Lorena Ruiz Bautista

Palabras clave: actividad física, enfermedad coronaria, rehabilitación