La obesidad se asocia a aun aumento del riesgo de un estatus crónico de inflamación sistémica de bajo grado, para el que el ejercicio y la restricción calórica son tratamientos potenciales.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Khalafi y col, 2021; Crit Rev Food Sci Nutr 28-ene; doi: 10.1080/10408398.2021.1873732) cuyo objetivo fue comparar los efectos del ejercicio frente a la restricción calórica y del ejercicio + restricción calórica frente a la restricción calórica, sobre marcadores de inflamación sistémica y personas con sobrepeso y/o obesidad.
Estudios seleccionados. 32 estudios con un total de 2108 participantes fueron utilizados para el análisis de datos.
Los resultados no mostraron efectos significativos del ejercicio sobre los niveles de IL-6 y TNF-α, al compararlos con restricción calórica. Sin embargo, al comparar con el ejercicio, la restricción calórica mostró mayores efectos sobre PCR (proteína C reactiva). Por otra parte, el ejercicio + restricción calórica, se asoció con un mayor descenso en TNF-α y IL-6, con una tendencia al descenso de PCR, al comparar con solo restricción calórica.
Los autores sugieren que la combinación de ejercicio más restricción calórica parece más eficaz que la restricción calórica aislada en la reducción de citoquinas inflamatorias y marcadores de inflamación sistémica de bajo grado, en personas con sobrepeso y/o obesidad.
Como en muchas otras patologías, la combinación de ejercicio físico más intervención nutricional, potencian los efectos beneficiosos para la salud, ya sea en su vertiente preventiva, como en la terapéutica. Para que el proceso sea óptimo los profesionales en la implementación de ejercicio y abordaje nutricional deben ser competentes y especializados en cada área.