El cáncer y los tratamientos médicos asociados afectan la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de los pacientes al disminuir las capacidades funcionales en la esfera del del bienestar físico, social, cognitivo y emocional, al tiempo que aumentan los síntomas a corto y largo plazo. Sin embargo, se ha demostrado que el ejercicio es una terapia útil para mejorar la CVRS de los pacientes con cáncer y los supervivientes, aunque la eficacia del ejercicio de entrenamiento de alta intensidad (HIT) es incierta.
Recientemente se han publicado los resultados de un metaanálisis (Lavin-Perez y col, 2021; Sci Rep 23-jul; doi: 10.1038/s41598-021-94476-y) cuyo objetivo fue analizar los efectos del HIT sobre la CVRS en pacientes y supervivientes de cáncer, así como evaluar la prescripción óptima de HIT.
Se incluyeron 22 artículos en la revisión sistemática y 17 en el metanálisis.
Los resultados mostraron que el HIT mejoró la calidad de vida global, la capacidad física, y los aspectos sociales, cognitivo, la fatiga, el dolor, la disnea y el insomnio, en comparación con un grupo de control inactivo, pero no se encontraron diferencias entre el HIT y el de intensidad baja a moderada. Se observaron mejoras particulares en la CVRS durante el tratamiento del cáncer y con una duración de entrenamiento de más de ocho semanas, una frecuencia de 2 días/semana y un volumen de al menos 120 min/semana, incluidos 15 min o más de HIT.
El diseño y aplicación de programas de ejercicio en pacientes con cáncer es uno de los puntos de más interés en el momento actual en relación con la aplicación de ejercicio vinculado a la salud. Cada vez hay más evidencia de las ventajas que supone para estos pacientes la realización de ejercicio, lo que lleva progresivamente a tener un mayor conocimiento de las características idóneas de los programas de ejercicio en relación a esta patología.