La variabilidad de la presión arterial (PA) a corto plazo (BPV), medida mediante la monitorización ambulatoria de la PA (MAPA) de 24 horas, se ha relacionado de forma independiente con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes hipertensos

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Caminiti y col, 2021; J Appl Physiol 25-feb; doi: 10.1152/japplphysiol.00910.2020) cuyo objetivo fue comparar los efectos de dos modalidades de ejercicio diferentes sobre la BPV en pacientes hipertensos inscritos en un programa de rehabilitación cardíaca.

Se realizó un ensayo aleatorizado, con dos grupos de intervención: entrenamiento aeróbico (AT) y entrenamiento combinado aeróbico y de fuerza (CT). Participaron 55 pacientes varones con hipertensión, asignados aleatoriamente al grupo AT o CT. El programa duró 12 semanas para cada grupo. La variabilidad de la PA a corto plazo se evaluó mediante la variabilidad real media (ARV), al inicio del estudio y después de 12 semanas, mediante monitorización ambulatoria de la PA de 24 h

Los resultados mostraron que los valores de PA sistólica y diastólica de 24 h disminuyeron significativamente (P <0,01) en ambos grupos, sin diferencias entre grupos (P = 0,11). La variabilidad de la PA sistólica de 24 h disminuyó en ambos con una mayor disminución en el grupo TC (p = 0,02). La variabilidad de la PA sistólica nocturna disminuyó en el grupo TC y se mantuvo sin cambios en el grupo de entrenamiento aeróbico. La variabilidad de la PA durante el día disminuyó en ambos grupos sin diferencias entre ellos.

Los autores concluyeron que el entrenamiento aeróbico más fuerza fue más eficaz que el entrenamiento aeróbico aislado para reducir la variabilidad de la PA a corto plazo en pacientes hipertensos, mientras que ambas modalidades de ejercicio redujeron la PA en la misma medida. Por tanto, el entrenamiento concurrente (aeróbico + fuerza) parece una modalidad de ejercicio más apropiada si el objetivo es reducir la variabilidad de la PA además de los niveles de PA.

En mi opinión, el entrenamiento de fuerza (adaptado a cada paciente) debería ser incluido en todos los pacientes con hipertensión arterial junto con el entrenamiento aeróbico. Hacer las dos modalidades de ejercicio en la misma sesión o hacerlo en días alternos distintos, no parece tan importante. Ambos tipos de entrenamiento (resistencia aeróbica y fuerza) han mostrado su eficacia en pacientes hipertensos por separado, pero todo apunta a que cuando se combinan los efectos se potencian.