La discapacidad asociada a la hospitalización (HAD, pérdida de habilidad para desarrollar ≥ 1 actividad básica de la vida diaria de manera independiente) es frecuente en pacientes de edad avanzada. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Ortiz-Alonso y col, 2020; J Am Med Dir Assoc 20-ene; doi: 10.1016/j.jamda.2019.11.027) cuyo objetivo fue valorar si un programa básico de ejercicio podría disminuir la incidencia de HAD en pacientes de muy avanzada edad hospitalizados. Los pacientes fueron asignados de manera aleatoria en un grupo control o de intervención, para valorar su estado funcional de base, en admisión, alta y 3 meses después. Participaron 268 pacientes de edad media de 88 años (rango 75-102 años) admitidos hospitalariamente de manera aguda, y asignados aleatoriamente a un grupo experimental o aun grupo control. Ambos grupos recibieron los cuidados médicos de indicación, mientras que el grupo de intervención también realizó ejercicios supervisados (caminar y levantarse de una silla, con una duración total de unos 20 min/día). Los resultados mostraron que la duración media de la hospitalización fue de 7 días. El grupo de intervención presentó un menor riesgo de HAD con referencia a su estado funcional de base y admisión. Hubo una tendencia, no significativa, referida a la mejora de la realización de actividades básicas de la vida diaria en el momento del alta vs admisión en el grupo de intervención frente al grupo control. No se observaron otras diferencias entre grupos. Los autores concluyeron que un programa básico de ejercicio aplicado a pacientes de edad avanzada hospitalizados de manera aguda disminuye el riesgo de discapacidad asociada a la hospitalización.

El riesgo de disfunción muscular en pacientes hospitalizados es muy elevado. Cuando estos pacientes son de edad avanzada el riesgo aún es mayor y puede agravar el problema por el que el paciente fue ingresado en el hospital. Todo paciente hospitalizado, salvo contraindicación médica, debería ser objeto de atención en relación a la aplicación de programas de ejercicio apropiados para cada paciente que tengan como objetivo mantener la función muscular. Los fisioterapeutas hospitalarios conocen bien las diferentes alternativas de aplicación de programas de ejercicio en estos pacientes. Solo deben tener la oportunidad de aplicarlos.